Por Primitivo Rodríguez Oceguera ~ La Jornada ~ 21 de octubre, 2018
El presidente Donald Trump no busca beneficiarse electoralmente de la caravana de migrantes centroamericanos. Trump y su gobierno son los organizadores ocultos de esta caravana.
En las elecciones que tendrán lugar en tres semanas se juega la dirección del Congreso estadunidense, el futuro del programa de gobierno, y la propia relección de Trump en 2020. La caravana tiene el propósito de enardecer a los votantes republicanos y a otros sectores antimigrantes.
Nadie que conozca los obstáculos que se enfrentan para ingresar a Estados Unidos sin papeles organizaría una caravana tan numerosa y mediática justo en el momento menos propicio.
Curándose en salud, Trump ha acusado ya a los demócratas de ser los organizadores de la misma.
Trump juega a ganar-ganar: la caravana no ingresará a suelo estadunidense, colabore o no México en la detención y deportación de sus integrantes. Si México ayuda lo alabará, y de lo contrario, se lo cobrará.
En consecuencia, a fin de proteger dignidad y soberanía, honrar la tradición de solidaridad y evitar que los hechos se salgan de control, México debe ofrecer cuanto antes refugio a quienes integran la caravana, especialmente a mujeres, niñas y niños, bajo los protocolos al respecto de la ONU.
Mientras tiene lugar el proceso de refugio, se realizará la elección en Estados Unidos, y pasarán así los chantajes y amenazas de Trump a México.
Fuente: Primitivo Rodríguez Oceguera ~ La Jornada ~ 21 de octubre, 2018
