By Gonzalo Santos | Norte America | MAR. 14, 2023 | Photo by NorteAmerica.MX
Pasaron 4 años de amenazas trumpistas, insultos infames, ataques rabiosos, imposiciones prepotentes y arbitrarias, y un mar de persecuciones y violaciones a los derechos humanos de los migrantes mexicanos y latinos de las diásporas latinoamericanas en Estados Unidos. ¿Y el gobierno de la 4T? Chitón callado, y hasta actos de vasallaje y de plano alcahuetismo servil a Donal Trump y su séquito de racistas y xenófobos republicanos.
Iba de por medio la renovación del TLCAN/T-MEC, crear una atmósfera atractiva para las inversiones gringas; y no se iban a sacrificar estas dos cosas por andar defendiendo la dignidad y los derechos de los 40 millones de mexicanos de afuera, no señor. Que se defiendan ellos como puedan, y que se remitan a los modestos servicios consulares -¡y de paso, muchas gracias por las remesas! – porque al “amigo” Trump había que halagarlo, complacerlo, y hasta agradecerle su “respeto a nuestra soberanía” e irlo a visitar para endosar su campaña de reelección.
AMLO se doblegó ignominiosamente ante Trump, no hay vuelta de hoja. Y ahora, cuando cuenta con un demócrata Biden en la Casa Blanca – otro “amigo” que sigue ejecutando terribles políticas trumpistas en la frontera contra los solicitantes de asilo, incumpliendo promesas de regularizar a millones de nuestros paisanos desamparados, y encerrando a decenas de miles de ellos en el gran Gulag carcelario con fines de lucro o deportándolos – AMLO se siente valiente y decide denunciar y condenar a los MISMOS rabiosos republicanos and antes alabó, y que hoy proponen declarar a los cárteles criminales mexicanos como organizaciones terroristas para amenazar con intervenir militarmente a México, como lo hacen en muchos otros lados del mundo.
Es todo un teatro, porque: a) Propongan lo que propongan los prepotentes republicanos en cuanto a declarar a los cárteles terroristas – para alebrestar a sus bases – no tiene ninguna chance de ser adoptado como ley, ni que en su caso Biden la ejecutara con intervenciones unilaterales. b) Le sirve a AMLO para hacer su desplante de defensor de la patria – ¡sin afectar la relación con Biden, y 4 años tarde!
Pero bueno, es preferible que el presidente mexicano por fin confronte a los rabiosos trumpistas, ahora que ya no están en la Casa Blanca – aunque es de notar que no ha mencionado a Donald Trump para nada, el aún líder supremo de ellos -, que seguir disimulando con todo descaro y falta de vergüenza, lo “amigos” que han sido y el “respeto mutuo” que se han tenido.
Y en cuanto a la inédita amenaza pública de AMLO, de lanzar un llamado público a la diáspora mexicana y las otras latinas a no votar por los republicanos, como represalia, pues es algo que ni él ni ningún otro presidente mexicano se han atrevido a hacer – no por otra cosa que para evitar que EE.UU. se inmiscuya abiertamente en las elecciones mexicanas. Aun así, es loable, aunque repito, 4 años tardío. Las elecciones del 2016, 2020, and 2022 se hubieran beneficiado mucho de semejantes llamados, como represalias a las crueles campañas y salvajes persecuciones contra nuestros paisanos.
Ahora que le cayó el veinte al presidente mexicano que hay que dar la lucha abierta por defender a la patria contra los arrogantes intervencionistas, a ver si le cae el veinte que también hay que dar la lucha abierta y resuelta por defender a la diáspora mexicana, que con sus 40 millones de connacionales desamparados de los incesantes ataques republicanos (y algunos demócratas), requieren de solidaridad y la merecen por dos razones: (1) porque son parte esencial e indisoluble de la gran nación mexicana, y (2) porque contribuyen y sostienen al país con sus remesas con casi 60 mil millones de dólares el año.
A ver, Sr. Presidente, ¿cuándo les va a decir a los políticos gringos de ambos partidos del duopolio de los Estados Unidos, que si quieren cooperación en todos los temas de la relación bilateral, que cierren el Gulag de cárceles migrantes, cesen las deportaciones de paisanos largamente asentados pero sin papeles, les otorguen un camino amplio y justo a la ciudadanía, y empiecen a cooperar en serio para resolver – no reprimir ni empeorar – la severa crisis humanitaria de los flujos refugiados que llegan a México y transitan a la frontera sur de EE.UU?
Vamos empezando con exigirle al “amigo” presidente Biden que demuestre su amistad emitiendo un indulto presidencial a todo indocumentado asentado en EE.UU. por sus irregularidades de su estatus migratorio, lo cual, de efectuarse, vaciaría las cárceles migrantes del Gulag Americano y daría un gran alivio y protección a nuestra diáspora. Lo puede hacer, la Constitución le otorga ese poder, pero requiere que lo presione fuertemente el movimiento pro-migrante y el gobierno mexicano, porque Biden está hoy traicionando a los migrantes, más aterrado él de los ataques republicanos que del repudio latino en las urnas, tal y como lo hizo su timorato antecesor Barack Obama.
¿No es para tanto? ¿No vamos a arriesgar las megas inversiones de Elon Musk y otros grandes capitalistas que ahora están deseosos de invertir en México con estrategias de “nearshoring”? ¿Que los paisanos se sigan rascando con sus propias uñas pero no se les olvide seguir mandando sus mega remesas?
Hablando con plata, como dice nuestro presidente cuando denuncia a los intervencionistas republicanos como “mequetrefes”: O se queda de ser puro pájaro nalgón nuestro presidente, o se vuelve, por fin, en un verdadero paladín de nuestra libertad y de la gran patria mexicana. Ojalá y le siga, deje atrás completamente la primera categoría de sus últimos 4 años de ignominia, y pase a la segunda en el tiempo que le resta.
Si lo hace, ¡la patria – especialmente su heroica diáspora – se lo agradecerá! ¡Porque ya basta!
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